domingo, 30 de noviembre de 2008

Derechos de la Infancia. La gran hipocresía mundial

Aquí dejo la Declaración, que para mí debería ser de la Infancia ya que englobaría ambos sexos y géneros, y algunos fieles testimonios de la gran labor que estamos haciendo al respecto. ¡Humanidad siéntete orgullosa de tu trabajo bien hecho!.

Declaración Universal de los Derechos del Niño:

Proclama la presente Declaración de los Derechos del Niño a fin de que éste pueda tener una infancia feliz y gozar, en su propio bien y en bien de la sociedad, de los derechos y libertades que en ella se enuncian e insta a los padres, a los hombres y mujeres individualmente y a las organizaciones particulares, autoridades locales y gobiernos nacionales a que reconozcan esos derechos y luchen por su observancia con medidas legislativas y de otra índole adoptadas progresivamente en conformidad con los siguientes principios:

Principio 1

El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.

Principio 2

El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.

Principio 3

El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.

Principio 4

El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

Principio 5

El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.

Principio 6

El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.

Principio 7

El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.

El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.

El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.

Principio 8

El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.

Principio 9

El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata.

No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.

Principio 10

El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.


viernes, 7 de noviembre de 2008

Querida Aisha

El pasado 27 de octubre en la ciudad somalí de Kismayo una pequeña de tan sólo 13 años de edad fue a ver a su abuela. Esta historia no tiene un componente fuera de lo común si no fuera porque en el camino a pié a casa de su querida abuela en Mogadiscio fue violada por tres hombres. Después de tan salvaje y despiadado acto la niña tuvo fuerzas y valor para acudir a las autoridades y denunciar el hecho, estos le respondieron acusándola de adulterio y siendo posteriormente condenada a morir lapidada.
Y así fue, al día siguiente ante las miradas de 1000 espectadores en un estadio cual espectáculo de circo, hicieron un agujero y metieron su pequeño cuerpo dentro y 50 hombres se dedicaron de forma encarnizada a apedrearla. Cuando pensaban que había muerto la sacaron del agujero y como comprobaron que aún vivía la volvieron a meter en él y siguieron apedreándola hasta su muerte.
Esta niña indefensa ha sido víctima doblemente ya que fue violada y tras esto ejecutada por dicha violación. Somalia un país en guerra sometido a las facciones radicales del islamismo donde ser mujer es menos que ser un animal o un bicho, esta pobre niña tuvo el valor de reclamar derechos al carcelero, de pedir protección al verdugo, pero ella no lo sabía. En su profunda inocencia creyó que algo tan horrible como lo que le había ocurrido estaba mal y debía ser castigado y en lugar de eso se encontró con el castigo en su cuerpo, el castigo por ser mujer, niña, negra, y pobre en un país donde una cabra está más valorada y en un mundo donde con esa carta de presentación no importas a nadie.
Pocos son los medios que se han hecho eco de esta noticia- noticia, pienso- de este atroz y salvaje crimen. Tal vez sea porque estamos celebrando que por primera vez en la historia el presidente de un país occidental sea un ciudadano de raza negra, cosa que me produce inmensa alegría, pero que me hace entender que esa niña si hubiera sido la hija de ese hombre hubiera salido en todos los medios. Incluso si hubiera sido la hija de un hombre anónimo de un país occidental hubiera tenido una repercusión mundial mediática, porque aquí de lo que se trata es que la vida de una niña africana no vale ni un titular, ni una palabra en un medio televisivo, no vale nada, ni la bala de un fusil, solo unas cuantas piedras con las que arrebatarle su vida.
‘Yes you can’, eso nos hacen creer a las mujeres de este mundo, ¿de qué mundo? Cuál es el mundo que queremos tener cuando giramos la vista ante tan horrendos hechos. Una vez más el mundo entero ve lo que quiere ver, hace años tuvo más cobertura mediática el lio de faldas presidencial del señor Clinton que la guerra en Sierra Leona. Ese es el mundo justo en que nos movemos, donde la hipocresía y la pasividad corroen los cimientos de nuestra sociedad de una forma alarmante y estrepitosa. Ese mundo donde una niña cree que puede ser un ser humano digno y respetado y que alguien se ocupará de ella y la protegerá.
Nadie estuvo para protegerla, y como a ella a miles de niñas que diariamente son esclavizadas, sometidas, torturadas, vejadas y asesinadas en el mundo, víctimas de un sistema global donde son menos que un cero a la izquierda. Nacieron en un mundo donde el patriarcado y el androcentrismo es el eje global alrededor del cual gira todo lo demás, y si una niña dice que ha sido violada en Somalia o en Afganistán o en Irak, incluso a veces en países democráticos y occidentales, será porque algo hizo para provocar y que eso ocurriera.
Mi pobre niña, tu inocencia te mató, y tus carniceros fueron aquellos hombres que te violaron, los policías que te denunciaron, los 50 hombres que te apedrearon hasta la muerte, las 1000 personas que jalearon el espectáculo dantesco, tú país corrupto y opresor, la comunidad internacional por no interesarse en ninguna zona que no le produzca algún tipo de beneficio de alguna índole. Y por supuesto tus carniceros somos todos y todas los que miramos hacia otro lado cuando algo así ocurre y ni lo comentamos con alguien, no expresamos nuestra indignación, no exigimos que cambien las cosas, no hacemos nada para que ese cambio se produzca.
Desde aquí mi humilde homenaje a tu valentía y tu fuerza, espero me sirvan para luchar por cambiar las cosas desde lo particular a lo global, yo que soy mujer afortunada por poder escribir estas palabras y no morir por ello.
Descansa en paz Aisha Ibrahim Duhulow.