sábado, 24 de enero de 2009

La educación como respuesta

El ser humano tiene el derecho inalienable de ser y existir de forma libre. Pero ese derecho dependiendo del país donde se viva o el status social que se tenga se convierte en una utopía. Aquellos que son oprimidos por un sistema alienador tienen la oportunidad de conocer-se mediante la educación.

Dicha educación pasa primero por tener una conciencia de que a través de ella se consigue un poder, una opción, una posibilidad de cambio en la vida. Y ello no es posible sin aprender a leer, escribir y escuchar. Para de esta manera alcanzar una mayor conciencia de si mismo y del mundo que lo rodea.

El ser humano al aprender a leer, escribir y escuchar consigue poder expresar su mundo, sus necesidades y al fin y al cabo poder reclamar sus derechos.

Sólo siendo conocedor de las reglas del juego se puede jugar e intentar sacar el mayor partido de él.

Haciendo ciudadanos pensantes y críticos se puede empezar a reclamar espacios que históricamente ciertas clases no han tenido, les habían sido negados.

Pero esa educación debe ser liberadora y humanizadora, como bien dice Freire; ya que si tan sólo depositamos conocimientos en los educandos, los cuales la mayoría de las ocasiones no tienen nada que ver con su mundo o su vida, se convertirán en sujetos pasivos y repetidores de un sistema que en la mayoría de ocasiones no cuenta con ellos.

Un objetivo mundial debería ser la erradicación del analfabetismo, ya que es un lastre que imposibilita a muchos pueblos y personas en el mundo de tener oportunidades, salir de situaciones de pobreza.

Yo veo la educación como una forma de erradicación de la pobreza, ya que posibilita que las personas tengan conocimientos, información, y formación. Elementos básicos para poder transformar las situaciones personales y globales que acucian a países pobres, dándoles la oportunidad desde la critica de ir cambiando un sistema que les oprime y les niega sus derechos básicos como ciudadanos.

Como escuche decir al Premio Nobel de Economía, Muhammad Yunus: “si plantas la semilla de un árbol en un tiesto te saldrá un bonsái, pero si esa semilla la plantas en un campo lleno de recursos y espacio para desarrollarse seguramente crecerá un gran y frondoso árbol”.

Pues eso que ojalá pudiéramos ser todos en un futuro enormes y frondosos árboles.

viernes, 23 de enero de 2009

La infancia, la conciencia del mundo

Os dejo aquí este vídeo porque creo que toda persona independientemente de sus creencias o valores debería verlo, reflexionar sobre ello. Es nuestro futuro el que está en juego pero sobre todo el nuestros hijos e hijas, el de las generaciones venideras.
No podemos seguir pensando de forma independiente y egoista, sin caer en que las consecuencias de nuestras acciones, esas pequeñas e individuales que cometemos a diario, las sufrimos todos y todas.
Y es tremendo que un discurso tan importante salga de una forma tan breve y resumida por una niña de tan sólo 12 años.