jueves, 5 de agosto de 2010

Viajes

Hay viajes de muchos tipos y en estas fechas sobre todo abundan los viajes por placer donde las saturadas mentes y cuerpos de las personas privilegiadas de este planeta intentan huir del mundanal ruido y rutina para sumergirse en el placer, descanso y ocio tan esperado durante todo el año.

Pero hay muchísimas más personas que viajan durante todo el año a la desesperada, sin billete de vuelta. Su único objetivo es huir, pero no de la rutina o del estrés, intentan huir de la guerra, el hambre, la corrupción, explotación y un largo sin fin de miserias. Intentando alcanzar algo tan simple como un futuro y la felicidad, de ellos y ellas mismos y también de los suyos. Un viaje que en demasiadas ocasiones acaba en tragedia, con cuerpos a la deriva hinchados por el mar, con fosas sin nombre simplemente numeradas porque no hay nadie para reconocer a la persona, con niños y niñas huérfanos porque a sus madres se las tragó el mar, con lanchas a la deriva y ojos en busca de una salvación que muchas veces no llega.


Hay viajes y viajes, y en estos días mientras descansamos cómodamente en nuestras playas del Mediterráneo, es muy probable que nos encontremos con escenas del desembarco de pateras llenas de seres humanos sedientos de todo, pero sobre todo de esperanza y humanidad. Mientras no haya justicia social miles y miles de seres humanos seguirán perdiendo sus vidas a las puertas del "Jardín del Edén".


Foto: Juan Medina