
En nombre de la denominada "Liberación Pacífica del Tíbet",
El gobierno chino ha encontrado la "solución final" para el Tíbet: La transferencia de chinos a la región o la deportación de tibetanos a otras regiones de China (donde son discriminados y marginados), así como abortos o esterilizaciones dirigidas a mujeres tibetanas. Los impuestos chinos arruinan a las familias tibetanas pobres o nómadas y dejan escasos medios de supervivencia al resto. Los pequeños negocios, hoteles, cines, restaurantes, etc., están en manos chinas. Los rótulos de todos los establecimientos están escritos en grandes caracteres chinos y debajo, en grafía mucho menor en tibetano. La lengua oficial es el chino. Los chinos mandan a los niños tibetanos a otras regiones de China, donde son educados a los "modos chinos".
Áreas tibetanas como Lhassa están siendo demolidas y sustituidas por edificaciones menores y más reducidas, siendo el espacio ganado empleado en actividades y/o usos chinos. El área al pié del Palacio del Pótala ha sido completamente arrasada, creándose un nuevo espacio abierto semejante a
En la región no existen medios de comunicación independientes. La televisión es algo extremadamente limitado y rígidamente controlado por las autoridades de
· Violación del derecho a la libertad de religión.
· Violación del derecho a la libertad de expresión y opinión.
· Existencia de presos por causas políticas.
· Existencia de campos de trabajo forzoso para presos comunes y políticos.
· Arrestos indiscriminados y encarcelamiento sin juicio previo.
· Torturas sistemáticas a los presos.
· Discriminación racial y lingüística.
· Transferencias forzosas de población tanto de tibetanos al resto de China, como de chinos al Tíbet.
· Casos de privación de la educación a niños tibetanos, con expulsión de los mismos de los colegios, o bien el que sean educados fuera del Tíbet a "los modos chinos"
· Control de natalidad o esterilización de mujeres tibetanas.
· Aislamiento de los presos en celdas aisladas y sin comunicación con el resto de presos.
· Descargas eléctricas en los genitales, en la boca o en la planta de los pies.
· Quemaduras con tizones de hierro al rojo vivo.
· Pinchazos en cualquier parte del cuerpo.
· Quemaduras con agua caliente.
· Palizas constantes incluyendo palos y hierros.
· Uso de cuerdas, cadenas o correas para mantener a los prisioneros cabeza abajo o en cualquier posición dolorosa.
· Exposición prolongada a temperaturas extremas.
· Privación de comida, agua, sueño e incluso luz.
· Amenaza y consumación de violencia sexual.
· Privación de cualquier atención sanitaria o médica.
La cultura tibetana está ahora mejor preservada "fuera" que "dentro" del Tíbet. Según un informe de
Es vergonzoso que China, después de la violación sistemática de los derechos humanos dentro y fuera de sus fronteras, cada vez tenga más poder en el terreno político internacional, siendo parte del G-20 por ejemplo. Aún más vergonzoso que la mayor parte de los países, muchos de ellos defensores de boquilla de los derechos humanos, miren hacia otro lado cuando el pueblo tibetano está siendo víctima de un genocidio que dura ya más de medio siglo.
Supongo que la economía de mercado y el capitalismo tienen mucho que decir al respecto ya que a ningún país actualmente le interesa perder a un potencial de clientes de mil millones de criaturas como ocurre con China.
Como siempre la avaricia, el poder corrompen, y como siempre hay muchas manos manchadas con la sangre de personas, millones de tibetanos víctimas inocentes en el juego del reparto de una gran tarta.
Exijamos a nuestros gobiernos que se ponga fin a este genocidio vil y brutal.