sábado, 10 de octubre de 2009

¿Cómo acabar con la pobreza?

La ONU inició en el año 2000 una campaña para la erradicación de la pobreza extrema, entre otros temas, en el 2015. En la cumbre donde se inició dicha campaña 189 países y gobiernos del mundo subscribieron dichos propósitos, contando con la colaboración de ONG's, plataformas nacionales e internacionales de la sociedad civil y entidades gubernamentales. Los objetivos del milenio, como se los conoce, son:

  1. Erradicar el hambre en el mundo.
  2. Educación primaria universal.
  3. Igualdad de género y autonomía de la mujer.
  4. Salud infantil reduciendo su mortalidad.
  5. Salud materna.
  6. Combatir el VIH/SIDA.
  7. Medio Ambiente sostenible.
  8. Alianza global.
Cada año el mundo levanta sus voces para reclamar la consecución de dichos objetivos que firmaron todos estos países y es por ello que desde el 16 al 18 de octubre en muchas ciudades del mundo se van a realizar actividades y campañas de información, concienciación y, sobre todo, reclamo de dichos objetivos. Una forma de que la ciudadanía recuerde a gobernantes y demás organismos que dichos objetivos están muy lejos de cumplirse y no queda tanto tiempo para el 2015.
Incluso hay grupos musicales en España que se han unido para animar a la gente a reclamar el fin de la pobreza, una forma de concienciar más, sobre todo a la gente más joven.

¿Pero realmente qué hay detrás de esos objetivos? ¿Es suficiente lo que se está haciendo para acabar con la desigualdad y el sufrimiento de tantos millones de personas en el mundo? Se me ocurren muchas preguntas al respecto. La ONU, como ya sabemos, no es más que un órgano casi consultivo el cual tiene más bien poca voz en muchos asuntos. Propone pero no dispone, es cada gobierno el que tiene que hacer y deshacer en su propio país. Y ahí es dónde falta la voluntad, porque quedar frente a la comunidad internacional como un país con buenas intenciones a la hora de firmar campañas, compromisos y demás es una cosa, y otra muy diferente ser coherente, consecuente y actuar acorde a aquello con lo que te comprometiste. Las palabras sean escritas o habladas pueden ser un poema precioso de buenas voluntades pero que si no se trasforman en acción no sirven de nada y son pura demagogia.
Lo mismo se puede aplicar al resto de la ciudadanía, es decir está muy bien una vez al año decir yo no quiero que personas en el mundo sufran, pasen hambre o mueran sin tener por qué. Pero la cuestión es que es mucho más útil que se cambien actitudes diarias en nuestras rutinas que ponernos una chapa, una pegatina, un cartel o hacer una canción varios días al año y pensar que somos muy buenos ciudadanos y ciudadanas, somos muy responsables para con los demás y ya hasta el año siguiente.
Se pueden hacer muchas cosas para ayudar a la consecución de los objetivos. Pero eso pasa por cambiar hábitos, hacer un consumo responsable, ser más respetuosos día a día con el medio ambiente, reclamar a nuestros gobiernos políticas internacionales más justas y respetuosas con terceros, un largo etcétera que con un poco de tiempo y constancia pueden ir cambiando cosas.

Todas las acciones cuentan por supuesto y está bien hacer cosas aunque sea una vez al año, pero lo que más cuenta y hace el ser conscientes, informarnos, intentar actuar día a día de forma responsable para con la humanidad.

Que España firmara la consecución de los objetivos del milenio y siga vendiendo armas a países en los que no hay siquiera democracia, hay conflictos armados atroces o tienen políticas que dejan mucho que desear, no es una buena forma de consecución de los objetivos del milenio. Además de ser un país con un millón de personas analfabetas, donde la pobreza cada vez tiene más cara de niñ@ y mujer, donde las mujeres ganamos bastante menos que los hombres y aún hemos de elegir entre nuestras vidas académicas/profesionales y nuestra vida familiar, siendo uno de los países de la unión europea que menos recicla.

No se trata de ser negativa o de tirar por tierra el trabajo que se hace, pero es el dejar de ponernos medallas, y mirar de verdad de forma objetiva y sincera sobre lo que no hacemos y podríamos hacer, que es mucho, para cambiar la situación de injusticia social en la que nos encontramos dentro y fuera de nuestro país. Y sobre todo reclamar a nuestros gobiernos de forma activa y constante que hay que hacer nuevas políticas nacionales e internacionales para que esos objetivos sean una realidad, además de como ciudadanía ser más conscientes actuando de forma responsable en nuestro día a día.

Quien quiera informarse por ejemplo sobre la ética de ciertas empresas puede consultar aquí:

El libro negro de las marcas

1 comentario:

Daniel F. Carpintero dijo...

Hola, como estas? Yo tambien participo en el Blog Action Day. Tu blog está muy lleno de esperanza, felicidades. Te invito a visitar el mío, sobre salud, desarrollo personal y solidaridad. Espero que sigamos en contacto!