Me he encontrado en la red con este corto documental llamado Ganga, de Cristina Bodelón Maceiras e Ignacio de Vicente Bueno.
Como bien dice el corto en la India se estima que la situación de unos 100 millones de niños y niñas es muy dramática, diría que trágica, ya que tienen que desde muy temprana edad trabajar para poder subsistir y ayudar a sus familias, así como mendigar y alimentarse de vertederos y basura. Muchos de ellos y ellas hacen las ropas, zapatos, balones y un sin fin de cosas que consumimos de forma compulsiva por estos lares occidentales. Las niñas suelen acabar siendo objeto de explotación sexual, juguetes en manos de turistas sin escrúpulos por decirlo de manera educada.
Nos venden la idea de que la India, un país que aumenta su capital, recursos tecnológicos y de investigación, está en el camino de ser uno de los más competitivos de aquí a unas décadas, será uno de los países más desarrollados del mundo. Pero bajo mi punto de vista un país que tiene el mayor índice de explotación infantil del mundo y que desprecia de esa manera a sus niños y niñas, jamás podrá ser un país desarrollado y civilizado.
"La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo." Nelson Mandela
Y el dinero lo corrompe todo, añadiría yo.
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